En mi vida es mas común de lo que yo quisiera los encuentros imaginarios, desde chica siempre pienso en eso, en lo que hacer, como lo hare y que le diré.... es una manera de ensayar, de mantener las situaciones bajo cierto control de repasar hasta el lenguaje más adecuado.
Anoche mientras trataba de dormir tuve un encuentro imaginario con la persona que me cago la existencia, pero no fue un encuentro malo, de hecho era bastante penoso, se trataba de cómo le diría lo mal que me hizo y como en cierto modo eso me ha hecho madurar (académicamente, porque sentimentalmente sigo siendo una pendeja de 12), sacando las conclusiones y viéndole el lado bueno a la cosa me puedo dar cuenta que si llegue a tener ese encuentro imaginario "tan" maduro puede que ya no la odie tanto, que pueda expresar mis sentimientos sin que se me haga un nudo en la garganta y arrugue una servilleta.
Hace poco le confesé a alguien que estaba teniendo un encuentro imaginario, y me dio vergüenza... (siento varias veces vergüenza durante el día) pero está fue peor, fue como confesar: sí pienso en ti.... pero después lo pensé bien y por lo general mis encuentros imaginarios se basan en conversaciones, esas que uno puede tener algún día, es así como puedo ordenar ciertos sentimientos y encasillarlos de cierto modo, para así poder estar más clara. ¿Por qué habría de tener vergüenza? ¿Por qué ponerse rojo, si es algo normal? La verdad creo que pocos se salvan de haber tenido un encuentro imaginario conmigo, creo que hasta hace poco lo tuve con Fuguet y decir eso es harto vergonzoso, tener un encuentro imaginario con un escritor al cual solo atinas a pedirle que te firme el libro.
